Alcalde de Santo Domingo Este y su staff «chueco» #opinión

El nuevo alcalde llegó solo, con un «secretario general» que parece ser el verdadero poder detrás del trono, y un asistente «inexistente». Desde el primer día, su enfoque ha sido deshacerse de quienes considera parte del «pasado», creyendo que todos los anteriores a su mesiánica llegada eran impíos o paganos.

Algunos salieron del edificio junto a Manuel, mientras otros se quedaron para cumplir con el deber sagrado de no abandonar la ciudad y evitar que la nueva administración los «linchara». Algunas figuras, sin embargo, se movieron maliciosamente, traicionando su pasado como funcionarios en un acto de cobardía. Firmaron pactos con el nuevo alcalde, sin darse cuenta de que Roma paga a los traidores pero los desprecia, y que el nuevo emperador no dejará «títere con cabeza», sin importar cuánto se arrastren para complacerlo.

No hay departamento que pueda presumir de buenos nombramientos. Los jefes departamentales están cuasi esclavizados, trabajando en un ambiente de retaliación e ineficiencia que se propaga como una plaga. Cada paso es peor que el anterior, como quien se sumerge en un pantano creyendo que está en tierra firme. Su egocentrismo le impidió seguir el ABC de la administración: dejar lo que funciona bien y concentrarse en lo no terminado o por hacer.

El nuevo alcalde, impulsado por la envidia, desmanteló todo lo establecido sin tener personal adecuado para hacerlo, mientras el anterior incumbente preparaba un staff profesional basado en el compromiso y el servicio, este nuevo llegó solo preocupado por recaudar dinero, como los cobradores de impuestos de la Edad Media con caballeros y «cepos» incluidos

Podría ya escribirse un libro de desatinos y desaciertos de esta nueva administración, repleta de malos tratos, inquisiciones, retaliaciones. Para colmo, colocaron en sustitución de Manolo Dotel, el líder indiscutible del mundo comunitario, a una persona no preparada y además dirigente de un partido, junto a un asesor perverso que destruirán todo lo relacionado con las Juntas de Vecinos y sus estructuras.

La semana cierra con la declaración risible de un nuevo asesor en comunicaciones, quien hace poco mentía a sus seguidores en las redes diciendo que no tuvo nada que ver con el simulacro de asalto protagonizado desde El Nuevo Diario. Este asesor es un fracasado en política y despreciado en el mundo de la comunicación. Su ascenso se debe a un empleo en un medio con historia que él mismo arrastra al fracaso, creyendo que con noticias falsas y figureo se hace camino.

Este personaje no pudo ni sacar votos para competir en nada que se propuso, y ahora el alcalde lo coloca, como si fuera un chiste, de asesor. Administrar una ciudad no se hace desde los medios, sino desde el servicio, desde el vínculo con la comunidad basado en el amor. No es en Instagram y TikTok donde llegará la salvación de la gestión.

Hoy se puede asegurar que nada, absolutamente nada, funciona en la Alcaldía, donde hay orden de cobrar hasta los servicios comunitarios funerarios. La prioridad no es el amor al prójimo de quienes dicen ser «gente de Dios», sino el poder del dinero, nada más.

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